CHAINMEN. A mi manera, sin cadena y con pedal

Dicen que la montain bike o mendiko bizikleta como se dice en euskera la inventaron los americanos en California por los años 70 ver su historia, puede ser que ellos inventaran la divertida practica de los descensos en bici «gorda». pero en Euskadi a mediados los 60 yo y, no creo que seria el único, utilizábamos la bici para subir algunos montes o para hacer pequeñas travesías, subia y bajaba por donde me apetecía, teniendo mas o menos garantizada la vuelta a casa

Fue siendo un crío cuando vi por primera vez una prueba de ciclocross en Elguero, Valle de Trápaga-Trapagaran. Aquellos txirrindularis subiendo y bajando por las campas en cuesta me impresionaron y fue cuestión de tiempo, mejor dicho de «posibilidades» el juntar mis aficiones por la bici y la montaña
Aquí en Euskadi, siempre hubo mucha afición al ciclismo y algunos de los viejos montañeros, solían utilizar la bici para desplazarse a los puntos de acceso de las cumbres, motivado principalmente, por la falta de vehículo particular, eran otros tiempos, y la mayor parte de las veces, por no haber ningún transporte publico a muchos de esos lugares
La falta de transporte, fue lo que me obligo a desplazarme a la montaña en bici y poco a poco, la fui metiendo mas y mas dentro del monte. Era otra forma de recorrer y disfrutar de sus pistas. Ya puestos, le fui cogiendo gustillo y comencé a preparar la burrita, piñones mas grandes, la menor catalina, con tres flamantes desarrollos y las cubiertas mas «agresivas» que encontré
Fueron unos años durante los cuales disfrute como un chino, pero tuve que aguantar bromas a «tutiple», lo mas suave que me decían los que conmigo por sorpresa se tropezaban en los caminos del monte era, ¡Donde vas pirao! ¡Loco! ¡Txalao! ¡Cabra!
Todavía recuerdo el descojonamiento que se traíanl los aldeanos conmigo, cuando pasaba junto a ellos.
Por aquellos tiempos, también me dedicaba a la escalada y solía desplazarme desde Sestao a Atxarte, (escuela de escalada) en bici.

Diseñe una mochila que me confecciono mi hermana Ana. La diseñe solo para llevar las cosas justas para escalar y la tapa se cerraba con cremallera, cosa nunca vista por aquellos años, fabulosa para escalar, no estorbaba nada, pero tenia un inconveniente, entraba lo que entraba y no se podía llevar nada colgando o amarrado fuera y claro, si llevaba puestas las zapatillas de la bici, las zapatillas de escalar las tenia que meter en la mochila y esto suponía, que mi flamante casco de escalada (era un casco de la policía de trafico de Cataluña modificado) que todavía lo conservo, lo tenia que cambiar por la txintxonera y encasquetarmelo en la txonta, como Dios manda

¿Te lo imaginas, no?

!Txabal que has perdido el motor!
¡Txabal! ¿Se te ha metido un pelo en la bujía?
¡Txabal mete ruido con la boca que nos asustas!
¡Txabal cambia que se te ahoga!
¡Acelera coño, acelera!

Justo cuando empezaban los americanos con sus bajaditas en bici mediados los 70, yo me retire de mis excursiones bicicleteras empujado en parte, por una rotura del peroné que sufri y por otra, la fama de espécimen raro que ya había adquirido entre los montañeros
De todas formas, las aficiones que tienen que ver con la montaña nunca se pueden abandonar, todas ellas, crean adición, se aletargan, pero nunca desaparecen.

¿Quien me lo iba a decir? al final de los 80 la bicicleta de montaña se puso de moda aquí, ya no era un signo de locura, era casi un signo de estatus social. Así, que en el 90 a mis 44 tacos volví a dar pedales en la montaña, con una modesta y pesada bicicleta, pero eso si, especifica de montaña ¡Que gozada! acudía a todas las marchas que podia con mi hijo Jon daba gusto ver a tanto loco con la misma afición.

No se si los californianos serian los inventores del montain bike pero si se que gracias a ellos todo el material evoluciono y ahora poseo un ferrari de bicicleta toda llena de tecnología frenos de disco y suspensión pero me llega un poco tarde

¡ Ya estoy perdiendo la condición !