CHAINMEN. A mi manera, sin cadena y con pedal

Hoy me levanto curiosón y según voy trasteando por Internet me encuentro con este reportaje del la primera escalada al Picuezo que realizamos en el año 1967 me entretengo viendo las fotografías del monolito colgadas en Mendikat repaso mentalmente aquellos días de la ascensión y del dantesco rapel que me toco realizar, por riguroso sorteo de a la 21 la aceituna, jodo no llegaba la cuerda al suelo y después de ciertas maniobras tuve que soltarme a unos tres o 4 metros aterrizando en una hermosa mata de ortigas.
Todavía siento cierto rubor por el circo que se monto alrededor de esta ascensión, al estar este monolito casi en el centro del pueblo de Autol, se llenaba de gente que aplaudía, nos iluminaba con el foco de una moto, nos citaban en el bando del pueblo, teníamos al fotógrafo del pueblo, a la prensa local y, encima se extrañaban de que no pasásemos la gorra. Recuerdo con cariño la amabilidad y generosidad de los lugareños.
Durante años cuando regresaba de vacaciones de Pirineos camino de casa, me gustaba pasar dos o tres días de descompresión en ese lugar.¿Te acuerdas Eusebio aquella vuelta de Pirineos que tuvimos tu, yo y, no se quienes del pueblo? ¡Para olvidar!
Cuando encuentre otro ratito intentare contar como fueron los intentos y finalmente la ascensión al Picuezo, de como tuvieron que sujetar a un disminuido mentalmente que quería subir el primero, del intento de contratarnos para fiestas, de por que alguno de nuestro grupo se afeitaba a las dos de la mañana, del militar que quería llevarme a su cuartel para hacer la mili, de porque nos tiramos todos cogidos de la mano por un terraplén imposible, etc, etc, otro día sera
Ahora recuerdo que no he vuelto al acantilado del puerto viejo de Algorta donde probamos el diseño de las clavijas que utilizamos, así, que cojo la mochila y me voy a visitarlo. Estoy mirando si veo alguna clavija pero no las veo, seguramente que estén tapadas con el relleno del parking, acaricio la piedra y me parece oir ¡Latorre tensa! ¡Alejos afloja! ¡Eusebio coño, que me estas meando la cabeza! ¡Lo siento, no me puedo mover! ¡Que 20 años!
Miro con atención esta pared de arenisca y veo unas formas que me parecen bellas y sensuales, trass, trass, trass, ¡Ya estoy liándome a disparar, foto por aquí, foto por allá!
Me dan ganas de arrancar trozos de este acantilado y llevarlos al Museo Guggenheim de Bilbao como esculturas, creo que no desentonarían

Punto de interés sedimentológico y estratigrafico de Algorta
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