CHAINMEN. A mi manera, sin cadena y con pedal

En cualquier momento y lugar si eres minimamente observador podrás emocionarte con la belleza de una flor, un atardecer, la majestuosidad un árbol, la sonrisa tierna de un niño o, con un momento mágico como el que viví ayer.
Como casi todos los días camino por el bidegorri en direccion a la panadería, me tropiezo con un matrimonio muy mayor aflojo el paso observo la escena, ella en silla de ruedas parece ausente, el con una tierna sonrisa inclinado sobre ella le va colocando bien la ropa a la vez que le dice cariñosas palabras. Me emociona la escena siempre suele ser al revés, desvío la mirada y veo en un primer piso, en una ventana entreabierta, la silueta negra de una vieja mujer que también esta observando la misma escena que yo, me fijo en su blanco rostro y en lo que me comunica y me impresiona su expresión, refleja envidia, tristeza, añoranza, ternura, resignación.
Joder, jamas había vivido un momento que no duro ni 10 segundos que me emocionase tanto y me comunicase tantas sensaciones, encima acababa de discutir con mi mujer y ahora cuando lo escribo, estoy escuchando a Labordeta … Me costara mucho olvidar este momento