CHAINMEN. A mi manera, sin cadena y con pedal

5 de Noviembre tarde otoñal esplendida.
Después de gozarla a la ida, fotografiando arboles y nubes todavía me quedaba disfrutar de lo que me depararía la vuelta a casa. No me defraudo, las luces del atardecer inundaban con su cálido color todos los rincones ¡Macachis la mar! ¡Me cago en los watios de la pila! ¡Se acabo¡
Bueno, quizás fue lo mejor, soy de los que piensa que nuestros momentos sublimes no debemos fotografiarlos que tenemos que vivirlos, por que si los fotografías los grabaras fielmente bit a bit pero, en tu cerebro ese momento perderá fuerza y cuando después de un tiempo, vuelvas a ver la realidad de esa fotografía, no te dejara sublimar con tu imaginación aquel momento como cuando no lo fotografías y en tu cerebro lo vas enriqueciendo mas cada vez que lo recuerdes, añadiendo sensaciones y detalles imaginados, que en la fotografía nunca se acumularan

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