CHAINMEN. A mi manera, sin cadena y con pedal

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Chainmen en Primavera
Ene
30

A mi querida burra……


Mi querida burra

Llevo, bueno llevaba 14 años yendo diariamente de Barakaldo a Bilbo a trabajar en bici, igual en invierno que en verano, lloviese, hiciese sol o nevase, hacia mis 20 kilometritos diarios mas feliz que un gato en una pescaderia. ¡Dios como la gozaba!
Era otra forma de ir a trabajar, había probado de hacer el recorrido andando y también corriendo, pero ninguna me resulto tan gratificante como el ir en mi «burrita».

Durante estos miles de recorridos casi me hago un experto en algunos temas.


Como la goce viendo tan preciosos amaneceres sobre la ria, me solía parar un momento para sentarme en el borde y por lo menos durante unos momentos gozar de su visión.

Me di cuenta entonces que podía «entablar un dialogo de silbidos» con tres mirlos que tenia localizados en el trayecto.

Supe que en la ria del Nervion las higueras de la pared del cauce tenían higos grandes en marzo, pero que jamas llegaban a madurar.

Que la ria se estaba regenerando, y se llegaban a ver casi cinco peldaños de escalera de profundizar, que miles y miles de mubles en balamos surcaban la ria y que a los cuales de vez en vez, alguna desaprensiva industria se encargaba con sus vertidos, de «regular» su numero, las autoridades teorizaban sobre la súbita mortandad de tantos ejemplares, cuando no tenían mas que preguntar a los hoy desaparecidos boteros de la zona, esos profesionales sabían bien de que morían los peces y tenían identificados los vertidos y quien y cuando los realizaban, ellos me enseñaron a identificar las empresas por el color de los vertidos

Presencie como un tipo de gaviotas, creo que intrusas en la zona, poco a poco desterraron a las que siempre habitaron la ria y ahora, se han hecho dueñas de la ria y tambien del resto de ríos que desembocan en ella

Donde estaban los vertederos municipales de basura mas sabrosos, por el rumbo que tomaban las gaviotas grandes cuando despuntaba el día

Vi el regreso de los anguleros en Zorroza, bueno algunas se pasaban de angulas

Conocí a desguazadores desaprensivos que durante un tiempo, contaminaron impunemente esta zona de la ria

Recibi muchas veces el saludo y la fragancia de las primeras flores del año del abarrotado y hermoso, pero a su vez, invasor árbol australiano de las mimosas en Olabeaga

Asistí a la construcción del Guggenheim del palacio de Euskalduna del Museo Maritimo y la del puente de Euskalduna que me acorto un buen tramo de mi recorrido

Supe cual era la mayor cama de Bilbo, esta era el campo de hockey situado debajo y al abrigo del puente de Euskalduna, llegue a contar mas de una veintena de desafortunadas personas, mayormente inmigrantes y seguramente, engañados

Comprobé con tristeza como se hundía y desaparecía casi toda la industria de Zorrozaure y Deusto y al final hasta desapareció Toldos Goyoaga donde mi madre trabajo algún tiempo en su juventud y de cuyos dueños me hablaba con cariño, caso raro en aquellos tiempos

Saboree con admiración el ya desaparecido mural de graffitis el mas largo e irónico que jamas he conocido

Supe de la encantadora relación que existe entre los vecinos de la Ribera de Deusto, me recordaba la que había vivido en mi infancia en Sestao, cuando todos nos conocíamos

Me atropello un peatón, fui zarandeado con el espejo del coche de un conductor borracho y puteado un millar de veces

Al principio solo me tropezaba con korrikolaris y paseantas, pero al final, llegue a tropezarme en mi horario con media docena de ciclistas, entre ellos una mujer

Pero todo lo bueno se acaba, este tramo de la carretera de la ria, de un par de kilómetros super estrechos, que contaba con 7 letreros que limitaban a 30 k. la velocidad máxima de los vehículos, con estrechamientos de paso alternativo, semáforos, pasos de peatones, se convirtió en el rally de Montecarlo, nadie lo respetaba ni me respetaban, ya me hubiese gustado que iría alguno a 60 a la hora, les vi en pequeñas rasantes levantarse del suelo. circulaban por la noche con las luces a tope dejándome ciego, y salvo un empleado de correos que hasta quiso ayudarme cuando tuve un pinchazo, el resto debe ser un tipo «especial» (traduce el «especial» como quieras) de conductor

Lo que no habían logrado ni las criticas, ni el mal tiempo, ni la edad, lo lograron los malos conductores y como ya tenia prometido a la familia y a los amigos, que el día que no disfrutase en el trayecto lo dejaría, muy a mi pesar, así lo hice, dando muerte a estos viajecitos diarios con mi BURRITA

Posdata: Creo que este tramo de Zorroza a Olabeaga, lo convertirán en paseo dando prioridad al peatón. Pasare a verlo, espero

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