CHAINMEN. A mi manera, sin cadena y con pedal

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Chainmen en Primavera

Archivado por diciembre 10th, 2009

Dic
10

Otro dia que voy solo al monte, me falta mi «contraria», no me ha podido acompañar.
Me desplazo en el autobús hasta Zubiaur-Orozko con intención de subir hasta Sta. Marina en la Sierra de Arrola, para después bajar por la ladera de Elorritxugane hasta Pagatzaurtundua (Pagazandu) y luego por Murueta alcanzar la parada del bus en el cruce con la general. Todo ello, sin prisas, saboreando el camino, tengo tiempo de sobra y he traido la comida
Arranco desde la iglesia por la carretera de Oditzaga, justo cuando paso por debajo de la autopista veo a la izquierda el comienzo de un antiguo camino por el que subimos hace ya muchos años cuando teníamos 20, ahora apenas se utiliza, la gente va por Oditzaga y después por la pista (acta para muchos vehículos) que asciende hasta la cumbre
No tengo ni idea del camino, no me acuerdo de ningún detalle, un lugareño me hace unas indicaciones y con ellas y dejando subir al cuerpo libre, con tendencia a la izquierda, atravieso un bosquete de hayas. luego siempre por pista, busco la arista cimera que me llevara a la cumbre. Justo en este punto me encuentro con un baserritarra al que solicito la confirmación, de si este camino conduce a la cumbre, me lo confirma y, como los dos tenemos tiempo y la edad parecida, pegamos la «hebra».
Me comenta que el es un extremeño que lleva viviendo 40 años enamorado de este lugar.
Siempre he dicho que para conocer y amar un pueblo hay que “pisarlo” (recorrer a pie su geografía).
Le comento, que lo único que recuerdo de este itinerario a la cumbre fue el paso por un lugar con dos o tres caseríos, que nunca he vuelto a ver. Se presta de guía para enseñarme un lugar llamado Olazar (ferreria vieja) con algún viejo caserío abandonado que se encuentran camino ya de vuelta a su casa
Desandamos parte del camino y descendemos un poco hasta ese lugar, lo veo, pero no me suena nada
Emprendemos el camino hacia la cumbre por fuerte pendiente enterrando nuestras botas en la hojarasca de un precioso hayedo, Llegamos a una pista tapizada de hojas que pasa por varias antiguas carboneras, ¡Vaya lugar mas bonito!, para mi, que quizás no tanto, para los antiguos carboneros
Salimos a una zona despejada y frente a nosotros aparecen unos caseríos, creo recordar el lugar, busco la fuente con su humilde y casi enterrado lavadero y la encuentro, ¡Este es el lugar! exclamo en voz alta y esta es mi casa y se llama Izarza (abundancia de estrellas) me responde mi acompañante ¡Coño que casualidad!
como buen anfitrión me ofrece un vaso de vino y me enseña su caserío, el horno para cocer el pan, la planta baja y, me sube a una especie de salón enorme, mas grande que mi casa, nos asomamos al balcón y que te voy a contar, estamos a mas de 500m. de altitud se ve todo el valle de Orozko, el Gorbea, Itxina y una veintena de cumbres mas, no tenemos nada delante en un montón de kilómetros, comentamos estas cosas y lo único que tienen nuestras casas en común, es que a ambos nos entra el sol y la luna hasta la cama, a el todo el año y a mi, algunos días del año
Me despido con la promesa de otra visita y encaro la subida final a la cumbre de Sta. Marina. En cuanto me asomo a la loma cimera la niebla lo invade todo.
Como dentro de un refugio abierto que junto a la ermita de Sta. Marina copan la cima, durante un claro salgo y veo un sensacional espectáculo. La niebla esta cayendo en cascadas desde las cumbres que me rodean hasta el fondo del valle, corro a por la maquina me dispongo a sacar una panorámica y, la cámara se niega a funcionar, ¡Maldita cabeza! Esta mañana he olvidado en casa la pila cargando y la vieja de respeto que le he puesto no da ya mas que unos pocos disparos por carga ¡Me cago en la mar! La soplo, la sacudo, la caliento, pero no hay tu tia, no lo puedo fotografiar, de mala leche recojo los trastos y me interno en la niebla camino del Elorritxugane para descender a Murueta
Las sensaciones de esta parte del recorrido por este hayedo envuelto en la niebla no las puedo revelar, tu las tienes que experimentar

Hoy en día gracias a Internet y de una forma muy sencilla, el conocimiento se puede ampliar y disfrutar de las cosas un poco mas
Leyenda:
Según leyendas, los gentiles jugaban a pelota con grandes piedras, unos en el monte Untzueta, en un extremo del valle, y otros en esta cumbre de Santa Marina, las que se perdían, dicen que se encuentran en el barranco Urdiola que baja desde el Untzueta

El caserío vasco

Curiosidades del lugar:
Lugares de Orozko
Otro plano de esta zona
Murueta
Olazar
Izarza
Oditzaga

Posdata: La puñetera cámara despues de media hora y dentro de la niela volvió a funcionar. Seguramente hay cosas que no se deban fotografiar y solo se puedan admirar al natural


Bosquete de hayas a medio camino de la cumbre de Sta. Marina
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